jueves, 2 de octubre de 2008

Editor

Siempre quise llegar a ser editor. Mi plan de vida profesional de los primeros 10 años era consolidarme como periodista, ascender a editor y luego retirarme. Nunca lo pedí, eso sí. Siempre quise ganármelo. Ahora que lo logré, miro las cosas desde otra perspectiva, desde la óptica de no olvidar de dónde vine y procurar mezclar ambas visiones con responsabilidad y compañerismo. En términos prácticos, no gané mucho. Unos cuantos pesos de salario, salir más tarde, arriesgar mis clases de inglés, lidiar con diseñadores, corresponsales y fotógrafos. Antes no hacía nada de eso. Pero bueno, aquí estoy y esperaré un tiempo prudencial para luego retirarme de la profesión y rencauzarla hacia otros rumbos.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Anti emo


Una de las nuevas modas creadas por los jóvenes que sucedieron a la Generación Y, son los "emos". Los medios, las agencias publicitarias y no sé quiénes más están detrás de una moda tan absurda como superficial. Los "emos", supuestamente, creen que el mundo es desagradable, vacío y absurdo, y se dedican a escuchar a grupos de pop punk "made in USA". No sé, eso me suena como que a Nietzsche le gustara Avril Lavigne y dijera que así "cantaba" Zaratrustra. Pero bueno, ok, yo me dejé crecer el pelo, anduve pantalones rotos, todo harapiento, leí a Sartre y "El guardián entre el centeno", y oí Nirvana y todo el depresivo y áspero grunge de los noventa. Pero nunca adelgacé al punto de matarme ni mucho menos, consideré que el mundo era miserable y debía cortarme los pulsos para sentirme vivo. Creo que la falta de referentes sociales, políticos e incluso, familiares, empujan con mayor rapidez a las generaciones presentes (y posiblemente será peor con las futuras) a una falta total de identidad e ideales, que fácilmente los convierte en marcas registradas o receptores de productos publicitarios, sin sentido ni remedio. Los jóvenes de hoy, son como borregos vestidos de negro sin capacidad de reacción, ni reflexión y eso es preocupante. Creo que en mi generación harapienta, al menos queríamos hacer algo positivo y muchos se volvieron ambientalistas, activistas pro derechos humanos, feministas, homosexuales o lesbianas, pero sus vidas cobraron sentido y aspiraron a vivir por un fin, o al menos, buscarlo en el horizonte. Pero estos nuevos "emos" no tienen ni la mínima intención de cambiar el color de la ropa. ¿Hacia dónde vamos? No sé, pero no me gustaría que mis hijos se volvieran cajas de resonancia de alguna moda pasajera, ni mucho menos, que dejaran perdidos sus mejores años en pseudo filosofías como esta.

martes, 10 de junio de 2008

Ironías legales

De los tantos conceptos que la humanidad ha creado, la fe pública es uno de los que más me divierte porque gracias a ella se pueden volver legítimas -y legales- cosas que suelen ser cínicas, sencillas y hasta descaradas, pero todas de interés para quien las solicita. Hasta donde he conocido el significado del concepto -en la práctica, por supuesto porque no soy abogado ni pretendo conocer de las leyes- la fe pública es la garantía que brinda un notario, en representación del Estado, de que lo que se está haciendo, se hará o se hizo, es auténtico, legal y de relevancia para quien lo solicita. Para mí, lo irónico es que cualquiera puede hacer lo que se le pida con tal que le paguen y por supuesto, un notario no lo hace gratis. Mis hermanos, yo y mi mamá estamos con unas vueltas legales para repartir desde ya los bienes que mi madre pretende heredarnos para evitar pleitos -porque la codicia es genética. Pero me dí cuenta que hasta se puede dar "fe pública" de la fotocopia de un documento... Sí, los documentos que acreditan mi tajada pueden fotocopiarse y resguardarse -por si acaso se pierde el original- y la misma abogada "dio fe" que vió el original, que lo tuvo en sus manos, que estuvo presente cuando hice las copias y sobre todo, que yo, el titular del documento, hizo las copias con tales y cuales intereses, en presencia de ella, a tal día, a tal hora, en tal lugar. Claro, le estoy pagando para que lo haga, pero seguramente hasta puede dar fe que me reí de la idiotez que a veces suele representar la tal fe pública.

lunes, 9 de junio de 2008

Silencio ensordecedor

De los tantos diálogos que me fascinan de "Pulp Fiction", está la escenan en el restaurante temático donde Mía le dice a Vincent que existen silencios molestos. Aunque fue Paul Simon y Art Garfunkel quienes hablaron de ello primero hace 50 años. Ayer padecí de uno. Fue un momento en que el diálogo cesó pero no con un punto final o una frase tipo epitafio. Solamente hubo una pausa y luego el largo silencio -en realidad no hubo silencio, la televisión estaba encendida- en ese momento donde tenía tantas cosas en la cabeza, sin orden ni lógica, pensé en ese diálogo. ¡Cuántas cosas se pueden decir con cerrar la boca! En efecto, luego dije las que tuve desordenamente en mente en ese momento, pero puedo asegurar que el silencio predecesor pronosticó lo venía. En buena manera, suele hacerlo también. ¡Cuán ensordecedores son los silencios a veces!

sábado, 31 de mayo de 2008

Falso profeta

Este fue el predicador callejero más cínico que he visto. No se subió al bus predicando en nombre de alguna organización benéfica que salve a los adictos, o a los enfermos convalecientes y abandonados en algún hospital, o a los privados de libertad. Tampoco recurrió al pateado pasaje de "Dios bendice al hombre dadivoso", que sí existe y está en el libro segundo de Corintios. No. No usó este estratagema ni ningún otro pero soltó su verborrea religiosa y empuñó la Biblia como el resto, predicó como si que alguien se lo hubiese pedido. Gritaba, escupía, sudaba e incitaba a rezar, a purgar los pecados, a condenar a los homosexuales, a los pecadores, a los que adoran ídolos y falsos profestas, a los que utilizan la palabra de Dios en vano -él era uno y ni cuenta se daba-, a los que violan, matan y lastiman al prójimo -lastimó mis oídos durante media hora. Pero le puse atención finalmente cuando interrumpió su discurso, bajó la voz y dijo más calmado que él predicaba por su cuenta, porque Dios se lo había encomendado y las Sagradas Escrituras decían en el Libro de Corintios que Jesús dijo que quien predicaba, que viviera de predicar. Acto seguido, pidió dinero a los pasajeros. No apunté el capítulo ni el versículo que citó de Corintios pero no más llegué a la oficina, corrí hacia mi computadora y busqué el texto. Honestamente, no concebía que la Biblia admitiera tan directamente que predicar era un negocio y ser bendecido tiene un precio -lo hacen los "representantes" de Dios en la Tierra de manera más discreta. Leí Corintios, los dos libros -no sabía que habían dos, jajaja- y no encontré la justificación del predicador gritón. Pero sí encontré estos versículos que le diré la próxima vez que lo vea: "Porque la fe no consiste en palabras si no en virtud" (Capítulo 4, versículo 20) y este que dice que "aun la locura de Dios es más sabia que los hombres, aun el miedo de Dios es más valiente que los hombres" (no apunté el capítulo ni el versículo, se los debo) En fin, no soy católico, al contrario, soy crítico de muchos de sus dogmas, pero sobre todo, de aquellos que utilizan las religiones para manipular, oprimir, mentir o simplemente, vivir de ello y de la bolsa de los ingenuos.

lunes, 19 de mayo de 2008

El mejor regalo

Comencemos por la conclusión. La intención de este escrito es decir, simplemente, que el mejor regalo es aquel que es superado sólo por el esfuerzo que se requirió para conseguirlo y que hizo, a la vez, que la voluntad de entregar el regalo a toda costa fuera tan intensa como el esfuerzo mismo. Digo esto porque recibí de la persona más especial, el más especial de los regalos: un libro. Sí, sencillamente un libro. A pesar que las personas que me conocen saben que me gusta leer, sólo unos pocos han preguntado qué me gusta leer más o qué obra particular me ha cautivado y sólo una persona pudo regalarme esa novela favorita. Y la historia también es sencilla pero llena de lecciones. Un día, alguien decide regalarte algo, pero cuesta encontrarlo. Por irónico que parezca, se trata de un libro. Así es en Nicaragua; la precaria economía ligada con la falta de hábito por la lectura, ha provocado que muchos títulos ni siquiera lleguen hasta la frontera si no que pasan por alto al país hacia otros. Pero la persona no se rinde; quizá, a ratos, lo deja a un lado pero no lo olvida. Un día, alguien le dice dónde está. Para entonces, habrán pasado no sé cuántas llamadas, no sé cuántas consultas, no sé cuántas búsquedas en internet, no sé cuántos correos enviados a amigos que viven fuera de Nicaragua para preguntar dónde puta hallar el libro. Pero se pudo, y sucedió el día que menos se pensaba. Por eso, el regalo es superado por el esfuerzo y la voluntad y así recibí, prácticamente, un regalo y dos lecciones de vida. ¿El título de la obra? No importa ya, aunque bueno, se llama "La insoportable levedad del ser". Ya ni siquiera suena tan bonito o llamativo el nombre de la obra, vale un pito de qué se trate porque el esfuerzo mismo que conllevó conseguirla es suficiente. Enormemente agradecido, eternamente en deuda.

viernes, 9 de mayo de 2008

Héroe de verdad


De los súperheroes de los comics, Batman es mi favorito. Me parece el tipo con más personalidad de todos, me parece el más humano y quien sí realmente merece esta distinción. La siguiente reflexión surgía mientras miraba en el cine a Iron Man, en una versión ligeramente mejorada en cuanto a sus orígenes. Batman me parece particular porque ni siquiera tiene súper poderes. No es como el llorón de Superman, un extraterrestre que le daña un material inexistente. Batman solamente tiene una cantidad sorprendente de aparatos y herramientas para hacer sus malabares. Lo que me gusta de él, además, es que nunca quiso ser súperheroe, solamente quiso vengarse de su familia e irse a su casa para aburrirse solo. Pero bueno, cambió de parecer a última hora. Otro punto a favor es que detrás de la máscara se encuentra un millonario aburrido que demostró que puede invertir su dinero salvando a Ciudad Gótica. Buen ejemplo a seguir, ojalá los Pellas hicieran lo mismo. Bueno, ya sabés que seré el primero en la fila cuando estrenen The Dark Knight. Lo siento jajaja...

viernes, 2 de mayo de 2008

¿Dónde tienen el hoyo?


Estos son los peores días del verano. Mucho calor, las calles son un gigante asador, la espalda está permanentemente empapada. En las calles, sopla el aire pero es caliente y todo es un gran baño de sauna. Son los días en que más deseo estar en la oficina, donde hay sombra y una agradable temperatura de 19 grados. Pero sucede que los jefes, bajo el supuesto de que hay que ahorrar energía, apagan el aire entre las 12 pm y las 2 pm, y a las 5 pm en adelante. Ahí se acaba la fiesta. Unos cuantos montaron una campaña denominada "No al Off del Aire Acondicionado". Imprimieron papeles que pegaron por todos lados, hablaron el gran jefe, quien ablandó la medida y redujo los márgenes del Off. Yo sostengo que en otra vida fui esquimal y tolero bastante al frío. Pero los genios de la campaña, ahora recurren a sus chaquetas para contrarrestar el frío adicional obtenido tras varios días de campaña. ¡No se les halla el hoyo! Si apagan el aire, se mueren de calor; si los mantienen encendidos, se ponen chaquetas. Los perdono pero no los olvido.

miércoles, 30 de abril de 2008

Vicio

Dice la canción de los Ratones Paranoicos que el rock and roll es un vicio. Y precisamente eso se volvió para mí. Mi iniciación musica fue la década grunge de los 90, la llamada generación X. Ahí comenzó mi vicio. Toda esa música rara que vino tras la apertura comercial post sandinismo era la que me fascinaba y por la que cambié las vagancias de la adolescencia. Me he dedicado a conseguir todas esas canciones y ahora que hice cuentas, mi pequeña gran biblioteca consta de 5,237 archivos de música, una semana entera oyendo música. ¡Qué vago que soy! Pero así es el vicio. Los pequeños placeres, como cuando Amélie mete los dedos en el saco de granos o imagina la cantidad de parejas que hacen el amor en una misma noche. De esas pequeñeces está hecho el mundo.

martes, 29 de abril de 2008

No más compañeros

Para nadie es nuevo que cada grupo social inventa, crea o renueva términos, frases y demás. Algunos de estos términos funcionan entre dos o más grupos o tal vez a uno le resulte y a otro le parezca ajeno. Todo depende. Sin embargo, con la llegada de los sandinistas al poder, he tenido que desechar el término "compañero". Antes solía referirme a las personas que trabajan conmigo que no necesariamente son amigos, como "compañeros de trabajo". Sin embargo, para los sandinistas, todos somos compañeros -en ese término se quedó el "camarada" de los comunistas a ultranza de principios del siglo pasado. El compañero va, el compañero viene... me harta esa terminología sandinista. Así que estoy en busca de otro término para referirme a las personas que trabajan conmigo. Lo falso de ese término es que supuestamente todos somos iguales, que supuestamente todos tenemos derechos y todos tendremos beneficios. Nada más absurdo. No creo que el compañero presidente me trate de igual manera al viajar en su Mercedes Benz y yo en el bus. Así que no hay "compañeros", ni nada que se le parezca. Me quedo con "los del trabajo", mi familia, mis amigos y la mejor de todos, mi novia.

lunes, 28 de abril de 2008

Barbarie sofisticada

Escribo esto después de leer de un austríaco que mantuvo cautiva a su propia hija durante 24 años y en el proceso, la violó al punto que la pobre muchacha parió siete hijos-hermanos. ¡Qué horror! Pero me acordé de un alemán caníbal y homosexual -ese no era su pecado, así que no piensen que soy homófobo- que devoró a su pareja porque éste se lo pidió y porque le excitaba ver cómo le arrancaban pedazos y se lo engullían. Durante mi estancia en España, leí de un tipo que estuvo preso por maltratar a su mujer y al salir de prisión, buscó de nuevo a su víctima solo para rocearla de querosén y prenderle fuego. Luego se destapó la cabeza de un tiro. Coincidencia, todos estos animales eran del llamado Primer Mundo. Sin ánimos de justificar a los salvajes que también habitan en mi "tercermundista" país -quienes también golpean a mujeres y niños sin motivo y merecen podrirse en la cárcel- creo que éstos no han llegado a ese nivel de saña, de violencia, de morbo, enfermedad, sadismo o lo que sea que fuera. Alguna vez leí que los ricos se mueren de obesidad y los pobres de hambre. Ahora me doy cuenta que el mal llamado Primero Mundo también es absurdamente violento pero su barbarie es más "sofisticada".

miércoles, 23 de abril de 2008

Moraleja de la historia...


Todo estaba preparado. Había ensayado mi vocubulario, mi pronunciación, el énfasis propio de un idioma distinto; había extraído nuevas palabras del diccionario, términos que demostraran dominio del tema, palabras técnicas, jergas propias del tema a tratar. Desperté de humor, con actitud positiva, bastante temprano y aún así, sentí que dormí bien. No tuve pesadillas, lo cual fue una señal también positiva -porque siempre que tengo que enfrentarme a situaciones difíciles y a pesar de lo anticipado y el previo conocimiento de las circunstancias, mi psique se altera más que nunca y me produce pesadillas- Llegó el momento dado, llegaron los oponentes, los subestimé, los miré de arriba hacia abajo y casi escupí sobre sus zapatos. Reía dentro de mí y decía confiado, petulante y obstinado dentro de mí: "This is a peace of cake". Luego apareció ella, la gringa, venía con todas las ganas de tomar un termómetro y medir nuestra capacidad de enredar la lengua. Me sentí confiado de nuevo, la mía tenía el largo de la de Gene Simmons y como treinta nudos marineros. Sonrió amablemente y eso me remató, dije: "She will treat us kindly, we will fool around". Y cuando llegó el momento, ups, ¿what?, ¡Shit!... Nothing came out of my mouth. No supe qué decir cuando me correspondió hablar. ¡Qué cagada! I was the laughing-stock. No me dominó la falta de conocimiento, me dominó la excesiva confianza. Gran lección.

jueves, 17 de abril de 2008

Almuerzo solo

Yo sostengo que hay cosas que no se pueden dejar de hacer solo. Ir al cine es para mí, una de esas ocasiones que necesaria y moralmente deben hacerse a dúo. Indudablemente, hacer el amor, es otro ejemplo. Lo contrario, es auto placer, que, aunque admitido, no es lo mismo, ni por cerca. Pero también se puede almorzar solo. Me he dado cuenta de ello. De manera forzada un tanto, y otra opcional, ahora almuerzo solo. Primero, porque la única persona con quien compartía mi hora de almuerzo, ya no está; y segundo, porque si no está, prefiero hacerlo solo. Pero bueno, me he dado cuenta que se pueden hacer cosas almorzando solo. Podés jugar un rato con los juegos del celular, podés fijarte bien que la señora que sirve la comida no utilice sus manos para acomodar los alimentos, podés fijarte que el plato esté lavado y podés darte cuenta si la señora te quiere matar de un infarto de tanta comida o determinar los altos precios de los alimentos a partir de las porciones de hambre que te ponen en el plato. JAJAJA...

miércoles, 9 de abril de 2008

Despedida


Eran las vísperas del Año Nuevo y él imaginó una suculenta cena en compañía de ella. Pensó en los detalles, en los ingredientes y en la compañía junto a la que recibiría el año venidero. Consecuente con su plan, le propuso a ella acompañarlo para hacer las compras de la cena. Ella, un tanto indispuesta, no comprendió a tiempo la idea y rechazó la invitación. Él insistió, ella se molestó. Él se fue solo y supongo que lo hizo por orgullo y por no declinar en su plan. Supongo también que en algún momento pensó que la conclusión de su plan serviría para reencausar su idea primigenia de recibir contento y acompañado el año nuevo. Pero no fue así. Un infarto se interpuso . El impacto fatal del infarto lo dejó inconsciente, sin habla, apenas respirando. y no hubo cena, ni reconciliación ni celebración. Tampoco hubo despedida o perdón. No hubo último beso, ni últimas palabras. No hubo adiós, no hubo conclusión, final feliz o algo similar. Es una historia real, hace mucho que dejé de oírla pero siempre me conmovió porque te enseña a valorar cada instante. Son las lecciones de la vida.

lunes, 31 de marzo de 2008

Señor Olmedo

Cuando se refieren a mí como "señor", siempre me quedo extrañado, a veces sorprendido y me imagino a mí mismo con canas o calvo y rodeado de mis nietos. Es una imagen que me parece tan lejana que el calificativo de "señor" casi pasa desapercibido a no ser porque se me interpela viéndome a los ojos o señalándome con el dedo índice. El tiempo y su paso inexorable, ya lo sé, pero aún no me miro como un "señor" - mi defición de señor es aplicable hasta después de los 40 años y eso que dependiendo de la apariencia y otros factores - me resisto con fuerza y me identifico más con el "joven" (ya sé que tampoco soy un adolescente pero tampoco un "señor" ja ja ja) Pero bueno, ya tengo dos décadas y tres años de vida, debo aceptar con calma que pronto estaré en la categoría de "señor" pero para mientras, no me llamen así ja ja

viernes, 28 de marzo de 2008

Reconciliados


No sé cuándo me reconcilié con las cebollas. Este blog vino a mi mente mientras degustaba un filete de curvina bañado en rodajas de cebolla de todos los tamaños, teñidas con el rojo de los tomates. Atrás quedó el ceño fruncido y asco que dejaba en mi boca el comer estos vegetales. Con ello se fue el regaño maternal que me decía que todo aquello que está en un plato se come y que las cebollas son buenas, a pesar de mi aferrada idea de que daba mal aliento. No sé cuando comí por primera vez cebollas sin pensarlo, sin remordimientos o rechazo. Tampoco recuerdo cuándo comí por primera vez chiltomas sin renegar. Aún recuerdo cuando apartábamos (mis hermanos y yo) las cebollas y chiltomas a orillas del plato para no tropezar con ellas cuando recogíamos la comida con la cuchara. Pero el hábito fue heredado. Mi mamá, ahora hecha abuela, continúa su cruzada con mi único sobrino (aunque ya viene otro en camino, espero que sea "ella") y recita los mismos regaños y recomendaciones. "Se me come todo lo que le ponga en el plato", dice mientras le sirve a mi sobrino. Ahora sé que no puedo dejar de comer cebollas. Me gustan en todas sus formas de preparar y acompañando a cualquier comida. De lo que sí estoy seguro es que no será lo mismo nunca con el chile. Este sólo me gusta en pequeñas porciones, no para paralizarme los riñones.

lunes, 24 de marzo de 2008

Feliz reencuentro

La última vez que me sumergí en las aguas del mar fue en abril del 2001. Aún era estudiante universitario, jalaba con una ex que tuve por siete años y usaba el pelo largo (de hecho, esa sumergida a las aguas saladas me maltrató tanto el pelo que decidí cortármerlo) Luego de tanto tiempo, probé de nuevo disfrutar del verano de esa manera (estuve en otras playas como San Jorge, Poneloya y Ometepe durante ese lapsus pero nunca me metí al agua. Y hasta desprecié las arenas blancas y aguas azules de las playas de San Sebastián y Barcelona). Fue divertido, me sentí como un niño que descubre el mar por primera vez y que le causa tanta gracia el estar con agua hasta el cuello. El feliz reencuentro tuvo como escenario las aguas heladas de la bahía de San Juan del Sur (la playa de "moda"). Debo decir que fue algo improvisado, no tenía pensado visitar ningún balneario y por tal razón, la oportunidad fue doblemente bienvenida. Creo que extrañaba la sal en la piel, el calor del sol, la arena en los pies, el agua helada del mar. Ahora veremos cuándo repetiremos la hazaña y espero no tardar otros siete años en hacerlo. Gracias por invitarme a viajar hasta allá.

lunes, 3 de marzo de 2008

Mis acompañantes

Hace pocos días me dí cuenta que siempre viajo con las mismas personas en el bus. En mi recorrido de aproximadamente 15 kilometros al trabajo, hay personas que utilizan la misma ruta que yo, o al menos, buena parte de ella. Por ejemplo, hay un muchacho cajero del banco que tiene cara de malo (por lo arqueado de sus cejas y los párpados caídos) una señora que siempre que se sube al bus le dice "buenos días" al conductor (algunos responden, otros no) una muchacha delgada que tiene una expresión de aburrimiento en su rostro, un señor canoso que usa un uniforme que no he podido descifrar cuál empresa se lo proporciona, otro muchacho que trabaja en la DGA que tiene la cara llena de pecas, una señora regordeta que siempre tiene el cutis lustroso (pareciera que siempre anda sudando) y una muchacha alta adicta al cigarro (yo la he visto fumar antes de montarse al bus y luego, al bajarse, encender otro cigarillo). La pregunta es, ¿se darán cuenta que yo también los observo? Quien sabe...

jueves, 21 de febrero de 2008

Quiero ser esquimal

Estos días son los peores del año para mí. Managua se vuelve una olla de presión y todos los días ebullen sus habitantes una y otra vez en las calles y aún dentro de sus casas. Managua arde a fuego lento, a 34 grados. Como le dije a una amiga, me siento como carne asada, de esas que venden en las fritangas. Si le agregamos a la horrible sensación de andar la espalda empapada de sudor, el ardor del sol y los polvazales que se levantan a toda hora, estos días son los peores. Así es Managua, es verano, la antesala de la Semana Santa. Polvo, viento, calor, labios resecos y sopa de queso. Quisiera ser esquimal, no nací para semejante calor. Trato de pensar en qué instante de mi infancia recibí alguna quemadura al calor que me predispusiera contra el calor (al estilo, "Un mundo feliz") porque se supone que mi organismo debería estar acostumbrado a este calor (si nos ajustamos a las leyes de la naturaleza y la evolución) pero no es así. Quisiera ser esquimal.

miércoles, 20 de febrero de 2008

Un día raro

Vine al trabajo tarde, eran las 8.40 am... impensable en mi caso, dijo la señora afanadora que siempre me recibe con alegría y bromea conmigo al decirme que mi puntualidad es la estrategia que tengo para ganarme un ascenso... pasé agenda, la misma rutina de siempre hasta ahí. Pero me percaté que eran las 8.40 am y no recibía una llamada que hasta el viernes pasado, era parte de mi jornada, o mejor dicho, la parte buena de mi jornada. Bueno, pasamos la raquítica agenda (hoy no quiero hacer nada). Pienso, pienso, pienso... ¿qué falta? El ambiente está aburrido, ajá, a parte de eso, ¿qué más? Ya sé, no estás, o al menos, no estás a como te conocí, no estás en las mismas circuntancias en que te conocí... Es rario pero tengo que acostumbrarme que no habrá llamada a las 8.40 am. Bueno, una razón más para venir más y más tarde.

domingo, 10 de febrero de 2008

¿Qué hacemos?

Hablando de cenas especiales para ocasiones especiales, llegué a la conclusión que hay pocos lugares dónde comer en Managua que quepan en la categoría de "cenas especiales"... hay lugares finos, pero me resultan como para gente esnob... por ejemplo, sobran lugares donde comer pasta pero como que comer pasta resulta poco especial aunque la haga un chef italiano de bigote simpático y que se llame Luigi... pero también hay lugares sencillos. Creo que todo depende de la compañía, todo depende siempre de esa persona que esté a tu lado. Pero bueno, siempre estará la pregunta, "¿Qué hacemos hoy?"... eso me lleva a otra conclusión que es peor... Managua no es lugar para que los amantes caminen de la mano... o te atropellan, te asaltan o peor aún, las calles son poco atractivas para ellos... creo que necesitamos un Parque del Buen Retiro... así contestaremos a la pregunta.

jueves, 7 de febrero de 2008

Pequeños placeres

Los pequeños placeres son importantes, es algo que aprendí de Amélie Poulain. No tienen que ser complejos pero sí, bastante inusuales. Ayer experimenté uno de ellos, que casi lo había olvidado. Me metí al cine para ver una película malísima que no vale la pena citar. Pero éramos Arlen y yo los únicos en aquella sala de cine. Hasta aquí, todo bien. Pero sentarse en el extremo superior de una sala con 88 butacas desocupadas, con todo el espacio libre para alzar los pies, hablar, criticar en voz alta la mala película, conversar sobre cualquier otra cosa mientras pasa el tiempo y por supuesto, sentir ese vacío sano, esa sensación de amplitud anti claustrofóbica, ese sentimiento de soledad positiva (aunque no lo estaba realmente porque estaba acompañado) es rica. Y ya no digamos, agregarle el más importante de los ingredientes; una compañía perfecta con quien disfrutar en compañía esa soledad, esa absurda película y cualquier comentario crítico, cómico y tonto al respecto del cualquier cosa. ¡No tiene precio!

martes, 5 de febrero de 2008

De nuevo, con empleada doméstica

Mi familia y yo contratamos de nuevo una empleada doméstica. La misma que tuvimos hace tres años. Pero no se crean, no lo hicimos por pereza o porque seamos inútiles y no podamos hacer nuestros propios oficios. Más que todo, lo hicimos por razones de seguridad. Lo que pasa es que mis hermanos y mi mamá trabajamos todo el día y nadie queda en la casa. Así que no queremos sorpresas, no queremos regresar y encontrar la casa vacía. Pero no niego que tiene sus ventajas. Ahora mi ropa está limpia, ya no tengo el cesto repleto y siempre tengo ropa planchada y encuentro comida hecha cuando llego muerto de hambre por las noches. La muchacha es tranquila, de confianza y cumple con sus deberes al pie de la letra. Pero antes que vuelvan a pensar mal, no le doy mi ropa interior para que lave. Eso me recuerda que mis hermanos y yo queremos comprar una lavadora desde hace rato. Y realmente lo necesito. Un día de estos quise lavar mis calcetines a mano y me salió una ampolla en el dedo pulgar derecho. ¡Qué flojera!

miércoles, 30 de enero de 2008

Vuelve la tortura

Dejé de frecuentar las salas de cine por múltiples razones: falta de compañía apropiada, falta de películas atractivas y por supuesto, la mala educación de los asiduos visitantes. Vamos al grano. Odio que la gente conteste llamadas a celular en mitad de la condenada película. Y ya no sólo basta con contestar llamadas si no que, siguiendo la moda, la gente ya no pone tonos decentes en sus aparatos y ahora introducen trozos de canciones. Pero como si eso no bastara, ponen pedazos de temas de reguetón. ¡Por favor! Es demasiado. ¿Cuándo aprenderá la gente?

martes, 29 de enero de 2008

Ridículo

El sábado quise sacar plata de mi cuenta de ahorro. Pero resulta que estaba bloqueada. Luego de acercarme a la chica fresa de servicios bancarios, escuché la explicación más ridícula que he escuchado de parte de los bancos. "Es que su cuenta fue bloqueada porque no se reportaron movimientos en los últimos seis meses". Y yo respondí que la razón de ser de una cuenta de ahorro, era meterle plata y no sacarle. Segunda ridículez. El pasado 4 de enero le metí 500 dólares a la cuenta. ¿Eso no es un movimiento bancario?, O sea, soy un cuentahabiente vivo, aún existo. Pero bueno, los bancos, siempre los bancos.

jueves, 24 de enero de 2008

Canciones IV

Si a tu corazón yo llego igual
Todo siempre se podrá elegir
No me escribas la pared
Sólo quiero estar entre tu piel
Y si acaso no brillara el sol
Y quedara yo atrapado aquí
No veria la razón
De seguir viviendo sin tu amor
Y hoy que enloquecido vuelvo
Buscando tu querer
No queda más que el viento
No queda mas que el viento
Y si acaso no brillara el sol
Y quedara yo atrapado aquí
No veria la razón
De seguir viviendo sin tu amor.

"Seguir viviendo sin tu amor"
Luis Alberto Spinetta
1986

viernes, 11 de enero de 2008

Canciones III

Yo no tengo nada que me haga sonreir
nadie que me abrace fuerte y me haga feliz
no tengo nada que hacer
no tengo por qué vivir
no tengo nada de nada
si no te tengo a ti
solo quiero que estes cerca de mi
yo no tengo nadie sobre quien escribir
nadie que se enfade, nadie con quien discutir
no tengo nadie con quien intentar sobrevivir
no tengo con quien bailar descalzos por Madrid
Si yo no te tengo a ti, si no estas cerca de mi
si no me besas, me abrazas qué será de mi sin ti
si yo no te tengo a tí para que quiero vivir
si yo no te tengo a ti
Si yo no te tengo a ti para que seguir
para que escribir canciones a quien quiero mentir
para que un par de palabras te quiero y no lloraré
para que todas esas lagrimasque caen sobre un papel

"Si yo no te tengo a tí"
Hombres G

Lo que ví mientras dormías

Hoy te vi dormirte entre mis piernas. Miré cómo te acomodaste en posición fetal y te dormistes a pesar de la bulla que emana de la "caja tonta". Cerraste esos ojitos tristes e inmune a la hora y a la pesadez posterior al almuerzo, te entregaste a la modorra, contagiosa porque hasta yo quise dormir aunque mi posición era incómoda. Me gustó ver tu silueta. Analizaba minuciosamente todos esos cabellos cortos y rebeldes que se rehúsan a seguir al resto hasta formar la cola de tu pelo. Me gustó verte como niña acurrucada en mis piernas y me gustó sentirme tan paternal en mi intento por no perturbar tu sueño. Estuve jugando con las yemas de mis dedos sobre tus mejillas e intentando contar los lunares de tu cara pero de repente me entraba el sueño y perdía la cuenta o me decía a mí mismo que era inútil el intento porque no podía ver la otra mitad de tu cara, que yacía recostada en un cojín azul marino que luego marcó su superficie en tu otra mejilla oculta y sepultada por el cojín. Sólo me quedé en el lunar que sobresalía por debajo de tu ojo derecho, ese que hasta hace poco descubriste que tenías y que a mí me gusta mucho. Te observaba la nariz, esa nariz que una vez fue objeto de burla para tus hermanos pero que cayó como maldición sobre uno de ellos cuando tuvo a sus hijos. Yo decía: "No tienen nada de malo. Es linda." Pero me gusta más cuando jugamos a inhalar al mundo entero y luego deposito un pequeño besito sobre la puntita de tu nariz. Miré más abajo, hacia tu boca y pensé que tus labios forman un gracioso conjunto con tu boca. No sé porque pero me gusta el arco de tu labio superior y me parece bastante sensual a veces, otras, solamente juguetón. Pensaba en los besos que me das y me dieron ganas de uno. Pero no podía despertarte, ni pensarlo; sería un pecado echarte a perder tu "pelón". Creo que por un instante sucumbí al sueño de tanto pensar en las ganas que tenía del beso. Tal vez fueron unos 5 minutos. Cuando desperté te seguí viendo y lo admito, pase la vista por toda tu espalda hasta llegar a tu cadera y me detuve a ver cómo alcanza todas tus curvas sobre ese pantalón. Me sentí dichoso al tenerte, como hombre, porque una belleza como vos no está a la vuelta de la esquina. Pero antes de contaminar mi análisis con pensamientos que no vienen al caso, comenzaste a despertarte y me pareció gracioso ver el relieve del cojín sobre tu mejilla izquierda. Me gustó mucho que te durmieras en mis piernas, sentí que te protegía.

jueves, 10 de enero de 2008

Canciones II

Vuela al viento espuma del mar,
vuela al viento y vuelvelo a volar.
Mezcla el mundo, ruge mistral,
mezcla el mundo y mezclanos con él.
Ahórrate esas palabras de amor
que nadie va a comprender,ni tan sólo yo.
Si lo que vas a decir,
no es más bello que el silencio,
no lo vayas a decir.
Que hable el mundo y calle el hombre,
calle el hombre y vuelvase a callar.
Mezcla el mundo, ruge mistral;
mezcla el mundo y mezclanos con él.
Ruge mistral, vuélvenos locos de atary con tu antiguo furor,
llévate a aquel que ose hablar.
Mientras todos duerman te amaré.
Cuando todos hablen huiré.
Lejos, muy lejos, en silencio.
Lejos, muy lejos, en silencio.
Cuando el bosque te hable te hablaré;
cuando el mar te tenga te tendré.
Murmullo de una oración,
minúscula y dulce;
murmullo de tu respiración al despertar.
Ruge mistral, medio dios;
llevaté el mundo de aquí,
peina la espuma del mar
y llévanos muy lejos, muy lejos

"Cuando el mar te tenga"
El Último de la Fila
1991

Cerrado por falta de público

Como no tengo nadie quien me lea (la única persona que lo hacía era Arlen) estoy en huelga. No voy a escribir nada (aunque ella dice que lo haga para leer algo en la primera oportunidad que tenga) pero me resisto, es una protesta simbólica (como cuando decidí no volver a escuchar música de Michael Jackson por haber abusado de menores de edad ja ja ja) Así que te esperaré muñequita, hasta que podás volver a leerme.

miércoles, 9 de enero de 2008

Risa inteligente


Quienes me conocen saben que no pago por ver comedias en el cine. Saben que usualmente me inclino por ver estas películas cuando las casualidades me obligan a hacerlo o cuando las casualidades son generosas con esas películas y permiten que yo las vea. Pero la mayor parte del tiempo, reitero, no pago por verlas en el cine. ¿Qué pasa? Me gusta ver películas que me hagan reflexionar además de divertirme. No soy cerrado, disfruto de la risa fácil que proporcionan las locuras de Jim Carrey pero no tolero a los ex Saturday Night Live, Adam Sandler, Rob Schnider y Will Ferrell (aunque sí vi "Stranger than fiction" y me gustó pero porque se trata de una comedia dramática) Me gustan las películas que se toman el tiempo de planear un comentario inteligente contado con gracia más que un chiste o peor aún, ver a un tipo pedorrearse o hacer cosas más grotescas y escatológicas para intentar arrancar una mueca en mí que no sea de indeferencia. Esta larga introducción la traigo a colación porque un día de estos tuve la oportunidad (como por enésima vez) de ver "Election"(1999, Alexander Payne); una verdadera muestra de lo que llamo comedia inteligente. Cada detalle de esa película es totalmente inteligente pero graciosa a la vez. Y el guionista y el director se toman la tarea de ahondar en los personajes y nos presentan de forma cínica, descarnada pero siempre cómica, todo lo que es la moral, actitudes y acciones de los mismos. Tomarse ese tiempo para contar una historia es lo que otras comedias no hacen; quieren sacarnos la risa a punta de, como dije anteriormente, poner a un tipo a pedorrearse. Me gusta tanto esa película que me ufano del hecho de que a todas las personas que se las he recomendado y la han visto, coinciden conmigo. Otra pieza de comedia que adoro es "Rushmore" (1997, Wes Anderson), ¡qué joya de película! La trama es sencilla; un simple trío amoroso de lo más insólito: un adolescente enamorado de su profesora que usa a un amargado millonario para llegar a ella, quien luego se enamora de la profesora también. Pero contarlo así, es demasiado simple. Mi recomendación es también simple: veánla. Como dije antes, no soy duro. Hay comedias un poco más superficiales que me han gustado pero porque son muy cotidianas, muy cercanas al televidente. Me gustan por ejemplo "40 year old virgin" y "Knocked up" de Judd Apatow. Sus personajes tienen tan mal vocabulario que son capaces de hacer que un busero se ruborice. Y a esta pequeña lista le agrego, "The full monty" (1997, Peter Cattaneo) una muetra del fino humor inglés (y también hacen buena música) Pero bueno, esta es una pequeña muestra de mi afición al cine.

lunes, 7 de enero de 2008

Canciones I


Soy vulnerable a tu lado más amable

soy carcelero de tu lado más grosero

soy el soldado de tu lado más malvado

y el arquitecto de tus lados incorrectos

soy propietario de tu lado más caliente

soy dirigente de tu parte más urgente

soy artesano de tu lado más humano

y el comandante de tu parte de adelante

soy inocente de tu lado más culpable

pero el culpable de tu lado más caliente

soy el custodio de tus ráfagas de odio

y el comandante de tu parte de adelante

soy vagabundo de tu lado más profundo

por un segundo de tu cuerpo doy el mundo

que más quisiera que pasar la vida entera

como estudiante el día de la primavera

siempre viajando en un asiento de primera

el comandante de tu balsa de madera

que más quisiera que pasar la vida entera

como estudiante el día de la primavera

siempre viajando en un asiento de primera

el carpintero de tu balsa.


Andrés Calamaro

"La parte de adelante"

2001

Atrapado por la gravedad


Haciendo un giro de vista desde las manos sobre mi teclado hasta un poquito más abajo, la puedo ver. Ahí está, grande, redonda y cada vez más sobresaliente. No sean mal pensados, no bajo la vista tanto, me quedo en la parte media de mi cuerpo, ahí donde mi panza se evidencia. Sí, lo admito, peso 190 libras (cerca de 85 kilos) y me siento pesado y lento. Recuerdo que cuando llegué a la universidad, hace diez años, pesaba 165 libras (diez kilos menos) y aunque la gente dice que no se nota semejante peso, que porque soy alto no debería preocuparme, la verdad es que siento que si corro una cuadra, me desmayo ja ja. En este instante no siento tanta prisa pero la verdad es que si continúo de esta manera, mis arterias serán como la Carretera Norte un día cualquier a las 5 de la tarde. No todo el tiempo fui tan sedentario. Durante las secundaria, jugué básquetbol, era "alero" de esos equipos de "perrera" en la polvosa cancha de mi instituto de secundaria. También hice pesas y salía a correr con mi hermano. Eso fue luego de enfermarme de malaria, que además de tumbarme por mes y medio, me dejó pesando como 150 libras. Pero eso suena a historia antigua, casi a prehistoria. Ahora tengo una carota de luna llena. Si hablamos de culpables, tendré que parafrasear a un ex compañero de la universidad, quien con lujo de sarcasmo y poco optimismo, dijo que esta profesión nos mandaría al infierno a la edad de 45 años. ¿Por qué? Mucho alcohol (para los que beben), mucho cigarro (para los que fuman) mucho desvelo (para los que trasnochan) mucha comida rápida o peor aún cero almuerzo (para cuando el trabajo no nos deja en paz) y a eso hay que sumarle las tensiones que se derivan del mismo. Estoy de acuerdo con algunas de ellas pero hago la aclaración; no fumo, ni trasnocho mucho. Bajé unas cuantas libras en Madrid, creo que fue por el frío que obligó a mi metabolismo a quemar toda la grasa acumulada por largos años sedentarios. Ahora recuperé ese peso porque la dieta tropical es rica en carbohidratos, dicen los entendidos. A eso añádanle mi hito propio de comer cuatro y medio slides de pizza ja ja y un Lee Special de comida china (deduzcan el contenido por el nombre) Todo esto lo escribo porque Arlen salió a correr hoy y afirma haber hecho 100 abdominales. Cuando era joven, feliz e indocumentado hacía esas 100 y corría por 45 minutos -claro que al trote, no soy Carl Lewis -Debo tomar nota de todo esto, no quiero rodar pero admito, tengo mucha pereza. Algo haré al respecto.

viernes, 4 de enero de 2008

Sin novedad en el frente

No estoy hablando de la película, simplemente utilizo el título de la misma para indicar que estoy escribiendo sin saber sobre qué escribir. Desde que los blogs se inventaron, se supone que, como buena bitácora, sirven para colocar el día a día de su autor, así como los respectivos comentarios y reflexiones que éste haga de su rutina o mejor aún, como una de las tantas variantes de la libertad de expresión virtual. Pero hoy, no sé sobre qué escribir. Quizá estos primeros cuatro días han sido aburridos en términos laborales, no he encontrado aún una pieza de trabajo que me incentive o me motive. Todo tiene que ver con lo mismo. Pero bueno, este país es de sorpresas y estoy seguro que pronto las cosas darán su giro. Insisto, no sé sobre qué escribir. Esto me recuerda a aquella técnica literaria - que tiene su origen en el psicoanálisis - del llamado monólogo interior. Es decir, solamente tomar una hoja de papel (en este caso, el teclado) y escribir lo que nuestro pensamiento dicte, aunque esto sea desordenado y sin lógica, aparentemente. Los entendidos dicen que así se escribió "Ulises", de James Joyce. Yo no he tenido la suerte de intentar leer ese libro y admito que no tengo el bagaje literario necesario para leer las mil páginas del denominado, "mejor libro del habla inglesa". O sea, vamos a hacer el intento... a ver... piensa, piensa... ¿qué puedo escribir?... ¿qué puedo relatar?... Bueno, puedo decir que lo primero que se me vino a la cabeza es la misma idea de llenar este espacio en mi blog porque para eso lo creé. Luego pienso que no debería preocuparme por llenarlo aunque si lo llenara, tampoco nada pasaría. Esas son las ventajas de ahorrarse papel.... hice una pausa ahorita... acabo de estornudar y nadie dijo "¡Salud!"... creo que todos están como yo, pensando en cosas absurdas y tan perdidos en este vano intento que prácticamente están inmutables. Bueno, miro hacia abajo logro ver que sobre el extremo inferior izquierdo del monitor, hay una luz anaranjada que se prende y se apaga, se prende y se apaga. Tomo el mouse y dirijo el cursor, se abre una ventana y es Reggie (el alter ego virtual de Arlen) quien me pregunta a través del Messenger si estoy. Y yo respondí con un ícono gestual (un tanto pervertido para ella) que sí estoy. Bueno, sí estoy pero estoy escribiendo por escribir, llenando un espacio. Mejor aquí lo dejo. Será para otra. Alguien me llama y quiero atenderla.