jueves, 2 de octubre de 2008

Editor

Siempre quise llegar a ser editor. Mi plan de vida profesional de los primeros 10 años era consolidarme como periodista, ascender a editor y luego retirarme. Nunca lo pedí, eso sí. Siempre quise ganármelo. Ahora que lo logré, miro las cosas desde otra perspectiva, desde la óptica de no olvidar de dónde vine y procurar mezclar ambas visiones con responsabilidad y compañerismo. En términos prácticos, no gané mucho. Unos cuantos pesos de salario, salir más tarde, arriesgar mis clases de inglés, lidiar con diseñadores, corresponsales y fotógrafos. Antes no hacía nada de eso. Pero bueno, aquí estoy y esperaré un tiempo prudencial para luego retirarme de la profesión y rencauzarla hacia otros rumbos.

1 comentario:

Eswin Quiñónez dijo...

No sé exactamente si felicitarte y lo contrario, más bien creo que debería sentirme solidario. Ser editor lleva responsabilidad y endurecer el lomo pues en la escala de las puteadas vos estarás un peldaño más arriba.

Habrá menos calle, más computadora, menos éxtasis y más tensión. Es bueno y malo, dependiendo del jefe que te toque ser, o del que te convirtás. Suerte camarada que los perros siguen en la calle y querrán comerte las carnes, ahora que están tan vulnerables.

Buena suerte.