miércoles, 8 de julio de 2009

El buen nicaragüense

Cuesta creerlo pero en Nicaragua hay muchos nicas que no conocen la Costa Atlántica. Para muchos, sólo el nombre significa huracanes, trasiego de droga y pobreza. Es cierto, lo hay, pero no sólo se trata de eso. Tampoco los culpo, viajar hasta acá requiere una buena inversión porque sólo trasladarse resulta caro ya que no hay transporte más seguro que el aéreo y aunque resulte atractivo, interesante y hasta aventurero, viajar por tierra tampoco es barato. He sido de los pocos que ha viajado con mucha frecuencia en mis tiempos de periodista, tanto así que hubo un tiempo que sólo a mí me consideraban para misiones por lo familiarizado que me encuentro con la zona. Pero siempre he sostenido que cualquiera debe, al menos una vez en su vida, visitar al menos un municipio o comunidad de la Costa Atlántica para considerarse un buen nicaragüense. No sólo se trata de turismo o aventuras. No es que no sea un buen propósito pero también hay que viajar con algo de conciencia, primordialmente, para conocer otra cara de nuestar país, valorar lo que tenemos y reconocer el esfuerzo que los habitantes de este lado realizan día a día para sobrevivir en la región que concentra el 70 por ciento de los recursos naturales pero que alberga al 50 por ciento de la población que vive bajo la pobreza extrema. Al menos yo me siento orgulloso de los lugares que he conocido y me gustaría todavía conocer muchos más que están en lista de espera. Mi mayor y mejor experiencia fue haber vivido 20 días en una comunidad mískita de 700 habitantes, ubicada a 750 kilómetros de mi casa y a día y medio de viaje. Pero como dije anteriormente, me faltan muchos lugares más por conocer, porque la Costa Atlántica es tan vasta que creo que me tomaría toda la vida en hacerlo. Pero ahí vamos, en ese intento, como todo buen nicaragüense debería considerarlo.

No hay comentarios: